El agua es un poderoso solvente que ayuda a mantener limpio nuestro cuerpo, pertenencias y hogares. Sin embargo, su estructura no es uniforme y difiere entre regiones. El agua dura, que se caracteriza por niveles significativamente más altos de calcio por litro, muestra una diferencia drástica de rendimiento cuando se considera en masa como una fuerza operativa doméstica. La alta concentración de minerales en el agua dura demuestra su existencia al requerir un mayor volumen de productos de limpieza para crear un efecto de espuma adecuado. Terminas comprando más jabón, pasta de dientes, champú, crema de afeitar, así como detergentes de limpieza para lavavajillas, lavandería, hogar e incluso para el cuidado del automóvil. Según algunos cálculos, podría ser el doble de lo que gastaría un hogar si experimentara agua blanda.
Preparar té y café con agua dura puede provocar una gran decepción para un verdadero conocedor. Ambas bebidas pierden sabor y se ven menos atractivas. Especialmente notable es el cambio de color del té. Para preparar una taza de café equilibrada, cualquier barista recomienda agua sin cloro, ligeramente ácida, sin olor y con baja concentración de minerales. Cocinar con agua dura también requerirá ajustes en la receta. Es posible que tu postre tampoco sea tan delicioso. Alrededor del 40% de la masa de masa del pan es agua. Cualquier fluctuación menor de minerales puede ejercer un efecto notable en la calidad del pan. *** El agua dura en general es menos adecuada para cualquier tipo de cocción porque evita que los alimentos revelen todo su sabor y aromas.